Los deportes más insólitos del planeta: una vuelta al mundo entre adrenalina y rareza

Aunque el fútbol reina como el deporte más practicado y difundido del mundo, existen otras disciplinas que desafían la lógica, la tradición y hasta la seguridad. Algunos nacieron hace siglos, otros surgieron de ideas descabelladas. Lo cierto es que todos estos deportes comparten una cosa: son tan excéntricos como apasionantes. A continuación, repasamos diez de los deportes más extraños que se practican en distintos rincones del mundo.

1. Ciclobol: goles sobre ruedas

Inventado por Nicholas Edward Kaufmann en 1893, el ciclobol fusiona ciclismo y fútbol. Cada equipo cuenta con dos jugadores que deben marcar goles utilizando exclusivamente sus bicicletas. Es un deporte de gran tradición en países como Alemania, Suiza, Austria, Bélgica, República Checa y Japón. Desde 1929, se celebran campeonatos mundiales bajo la supervisión de la Unión Ciclista Internacional.

2. Hurling: velocidad sin protección

Con raíces celtas, el hurling es originario de Irlanda. Se juega con palos y una pequeña pelota que puede alcanzar los 150 km/h. La mezcla de hockey, rugby y fútbol, sumada a la ausencia total de protecciones, lo convierte en un deporte tan dinámico como peligroso.

3. Sepak Takraw: voleibol con los pies

Muy popular en países del sudeste asiático como Tailandia, Camboya, Malasia, Laos e Indonesia, el Sepak Takraw recuerda al voleibol, pero con una notable diferencia: el balón solo puede tocarse con los pies, la cabeza, los hombros y el pecho. Además, la pelota está hecha de fibras vegetales, lo que le confiere un vuelo único y más difícil de controlar.

4. Blobbing: el trampolín humano

De invención reciente, el blobbing es una actividad acuática tan simple como espectacular. Una persona se sienta en un extremo de un gran cojín inflable flotante, mientras que otras saltan desde una altura sobre el lado opuesto. El resultado es un vuelo inesperado que termina con una zambullida inevitable. Ideal para los amantes de los saltos extremos.

5. Eukonkanto: correr con la esposa a cuestas

Este peculiar deporte nórdico consiste en que un hombre debe cargar a su esposa (o compañera de equipo) sobre sus hombros y recorrer un circuito lleno de obstáculos. Eso sí, ella debe pesar al menos 49 kilos. Finlandia, Suecia y Estonia celebran anualmente campeonatos donde la pareja ganadora se lleva el peso de la mujer en cerveza.

6. Street Luge: adrenalina sobre el asfalto

Inspirado en los monopatines infantiles, el street luge lleva el descenso a otro nivel. Los participantes se tumban sobre tablas alargadas, de unos dos metros, y bajan por carreteras empinadas alcanzando velocidades de hasta 100 km/h. Por sus riesgos evidentes, se considera un deporte extremo que exige gran precisión y reflejos.

7. Jai-alai: velocidad vasca

Conocido también como cesta punta, este deporte vasco es una variante radical del squash. Los jugadores utilizan una cesta curva para lanzar una pelota contra un muro a velocidades superiores a los 300 km/h. Cada encuentro es intenso, y la posibilidad de sufrir una lesión grave es alta si uno se cruza en el camino de la pelota.

8. Disc Golf: precisión con frisbee

En países como Inglaterra, Noruega, Japón, Australia y Canadá, el disc golf ha ganado adeptos como una alternativa más relajada al golf tradicional. El objetivo es lanzar un disco volador e ir acertando distintos objetivos repartidos en un campo, hasta llegar a un cesto final. Todo ello en 18 hoyos, como en el golf.

9. Buzkashi: brutalidad a caballo

No apto para personas sensibles, el buzkashi es el deporte nacional afgano. Consiste en trasladar el cuerpo sin cabeza ni extremidades de una cabra de un extremo a otro del campo mientras se cabalga a toda velocidad. Las partidas pueden durar horas, incluso días, y son conocidas por su dureza y violencia.

10. Bo Taoshi: estrategia y caos colectivo

Originario de Japón, este deporte recuerda al clásico “captura la bandera”, pero multiplicado por diez en intensidad. Dos equipos de 75 jugadores cada uno luchan por derribar el poste del equipo contrario, que puede medir entre tres y cinco metros de altura. El enfrentamiento es caótico, físico y absolutamente único.

Conclusión

Estos deportes, tan curiosos como arriesgados, demuestran que la creatividad humana no tiene límites cuando se trata de competir, divertirse o simplemente romper con lo convencional. Si estás cansado de ver siempre lo mismo, tal vez sea hora de asomarte al lado más insólito del deporte.